Me encuentro en una encrucijada. Mi bello proyecto de humanidades digitales avanza lentamente. Muy lentamente, es indudable.
En el medio, tengo que afrontar grandes responsabilidades docentes. No lo pongo en términos pomposos. Creo honestamente que dar clases es una enorme responsabilidad.
Este semestre estoy cumpliendo uno de mis sueños: junto a una gran docente e investigadora hemos iniciado una materia de grado dedicada a la reflexión en torno al género, la literatura y el arte. Cada clase es un bello desafío, un momento en que me enfrento a un grupo de estudiantes tan curiosas como brillantes.
En el medio… mi proyecto de humanidades digitales. Se viene el congreso de la Asociación Argentina de Humanidades Digitales y no sé si tengo avances que presentar.